Dese el año 2012, desde Radio La Granja, hemos querido recuperar la Tronca de Navidad en el Barrio de San José. El pasado viernes 17 de diciembre en la Plaza Mayor, tuvo lugar esta actividad enfocada principalmente para niños. Es una antigua tradición altoaragonesa, que consistía en seleccionar un gran tronco de madera que se decoraba y se cubría con una manta, para esconder los secretos que guardaba (los regalos de los niños). Los niños daban unos golpes a la tronca y recitaban un conjuro para que el tronco les concediera sus deseos en nochebuena.
Se explicó a los niños en que consiste esta tradición, hubo cuentacuentos, pintacaras, música y muchos caramelos.
CONJURO DE LA TRONCA DE NAVIDAT:
“Hasta no hace muchos años en que esta costumbre ha ido desdibujándose, el varón de la casa era el encargado de cortar el árbol que serviría de leño navideño. Con gran respeto, antes de hacerlo, le decía: Tú eres el elegido para hacer de tronca. Perdónanos. Y lo cortaba. A su vez, la mujer de la casa barría e higienizaba el hogar y lo disponía todo para recibir la gran tronca que el marido traería del monte y con ella encender un fuego nuevo. A continuación, era arrastrado hasta la casa ( en algunas localidades casi procesionalmente porque le acompañaban varios miembros de la familia portando en las manos velas encendidas). Instalado el tronco en la casa se le ofrecían hojas de col o hierbas aromáticas. Después se iniciaba el auténtico ritual colocando el leño sobre el fogaril, bendiciéndolo y pegándole fuego, no permitiendo que se consumiese todo y aprovechando las cenizas de la madera consumida y “bendita” para extender por los campos, para blanquear las madejas de cáñamo o para prevenir el piojillo de las gallinas y los conejos.
El pedazo de tronco no quemado se arrinconaba en el hogar y, o bien cada día durante el año se iba quemando poco a poco, o bien se encendía cuando había tormenta. En otros casos, el resto del tronco se subía a la falsa para evitar que cayeran rayos en la casa, y se volvía a bajar en la siguiente Navidad para terminar de quemarlo esa noche, poniéndolo encima de la tronca nueva, para que la vieja le pasase su fuego.
Informantes muy mayores recuerdan cómo se guardaba un trozo del leño para hacerse con él la cuña del arado. También fue habitual golpear el leño ardiendo para que salieran infinidad de chispas confiando en tener así un gran número de terneras, corderos, cerdos y cabritos. Y hubo quien cortaba una rebanada de madera del leño para ponerla en los campos y protegerlos dell pedrisco. L a práctica tan extendida en Europa de emplear un roble como tronco y guardar un trozo para conjurar tormentas y evitar rayos ha hecho creer a algunos investigadores que todavía está presente la vieja creencia que asocia al roble con el dios del trueno.”
La Tronca de Navidad, Mª Elisa Sánchez, del libro “Albada al nacimiento. La Navidad en Aragón”
Oración de la Tronca
El primer trago para ti,
porque Tú todo lo dispones.
El segundo por nosotros,
que nos des salud
a espuertas.
El tercero para la nieve,
y maduren las cosechas.
El cuarto para que las reses
no se desgracien ni mueran.
Y el quinto para que la Paz
nos espante toda guerra.
Pregaria d’a Tronca.
Tizón de Nadal,
tu yes la tronca d’a casa.
Per ixo yo bendigo
con vin esta troncada.
En nombre de dios y lo nino
que baixa dica la Tierra
pa que a esta casa traigas
la mas plena felicidat.
Lo primer trusco pa tu,
perque Tu tot lo disposas.
Lo segundo per nusatros,
que nos des salut
a arguinyos.
Lo tercer pa la nieu,
y maduren las culles.
Lo quarto pa que las reses
no se desgracien ni mueran.
Y lo cinqueno pa que la Paz
nos espante tota guerra.